Este tipo de estructuras también son más efectivos que los tanques de tormenta convencionales, ya que con ellos se logran alivios mucho más limpios gracias a realizar un tratamiento por sedimentación en su interior.
Esto se logra colocando un primer alivio al lado contrario de la entrada de agua en la estructura, haciendo atravesar todo el tanque al agua que entra en el mismo, y se instalan unos reguladores del caudal de alivio por medio de los que se logra una velocidad horizontal constante y siempre menor que la velocidad de decantación de las partículas contaminantes. El agua excedente (sólo si ocurriera una lluvia muy intensa o duradera), que es ya muy limpia, aliviaría directamente a cauce por un segundo aliviadero de emergencia.
Este tipo de tanques deben cumplir unas restricciones de diseño y por tanto se deben diseñar en base a unos cálculos hidráulicos específicos que ponen en dependencia la altura, longitud y anchura de la estructura; las unas en dependencia de las otras.
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